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En el Museo Nacional de las Culturas del Mundo (MNCM) se inauguró la exposición Una ventana a Chipre de la mano de los kalikantzaros, de Hambis Tsangaris, la cual invita a conocer la diversidad cultural, tradiciones y mitología del país insular del Mediterráneo oriental, en el contexto de los 50 años de relaciones diplomáticas entre México y Chipre.
La exhibición es organizada por la Secretaría de Cultura federal, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y del MNCM, en colaboración con la Fundación A.G. Leventis, la Universidad Anáhuac México y la Embajada de Chipre en España, concurrente en México.
La titular del recinto, Alejandra Gómez Colorado, celebró el esfuerzo de diversas instituciones y la unión de saberes para esta muestra. Asimismo, recordó el par de donaciones de objetos de gran valor histórico, arqueológico y etnográfico que el gobierno chipriota hizo al MNCM, en 2009 y 2010, los cuales dan muestra de la historia de la isla durante más de 10,000 años, y del intercambio cultural en este punto de encuentro de tres continentes: Asia occidental, norte de África y Europa oriental.
Resaltó que el curador de la muestra e investigador del museo, Reynier Valdés Piñeiro, dedicó varios meses de trabajo para indagar sobre las piezas, entre ellas ídolos antropomorfos de la Edad de Cobre (3900-2500 a.C.); íconos del cristianismo ortodoxo, los cuales se remontan al periodo bizantino (330-1191); cartografía de la época de dominación de Venecia en Chipre (1489-1571), y textiles tradicionales, para generar un diálogo con 37 serigrafías, realizadas por el reconocido grabador chipriota Hambis Tsangaris.
En representación del embajador de Chipre, Michalis Ioannou, la jefa de Misión Adjunta de esta oficina diplomática en España, concurrente en México, Christina Makridou, declaró que esta exposición, más que una colección de objetos, es un testimonio vivo de los perdurables intercambios artísticos que han florecido entre ambas naciones.
Agregó que la muestra, aunque pequeña, “ofrece una visión auténtica del alma de nuestro patrimonio”, con piezas que invitan a embarcarse en un viaje a través de la rica historia del país insular, sus triunfos, sus retos y su inquebrantable búsqueda de un futuro mejor.
“Estas conexiones culturales han salvado enormes distancias, uniendo a nuestros pueblos y nuestras tradiciones, y enriqueciendo nuestros paisajes culturales de manera que trascienden las fronteras”, expresó.
A su vez, el curador Reynier Valdés destacó que en la muestra se conjugó la colección etnográfica con las serigrafías de Tsangaris, para crear un diálogo de la mano de los kalikantzaros, personajes similares a los duendes, que en el folclor chipriota aparecen el 25 de diciembre y hacen maldades a los humanos.
La exposición se divide en seis módulos: el primero muestra la singularidad de la geografía de Chipre a partir de la cartografía; el segundo, realiza un homenaje a la figura de Tsangaris, desplazado a causa de la ocupación de Turquía en la parte septentrional de la isla, quien ilustra el mundo de los kalikantzaros, a la vez que muestra la geografía de su país.
La tercera sección se enfoca en las religiones chipriotas, donde convergen ídolos cruciformes asociados con la fertilidad e ilustraciones de los kalikantzaros, personajes que se cree también están vinculados a los sátiros griegos y el dios Baco, como un homenaje al helenismo, por parte del autor. El siguiente módulo aborda el periodo bizantino de Chipre, con tres íconos que dan muestra del cristianismo ortodoxo – religión mayoritaria– y la veneración de estos.
El quinto módulo lleva a una etapa más moderna, con la indumentaria tradicional de la isla, la cual resalta por sus colores sobrios, mientras que las serigrafías de Tsangaris dan cuenta del mundo fantástico-religioso de los kalikantzaros, criaturas nocturnas que desaparecen al cantar el gallo.
En el último apartado se exhibe una serie de imágenes alusivas a las travesuras de los kalikantzaros, seres que rompen telares y zapatos, roban golosinas y asustan a los campesinos, aunque no destacan por ser muy inteligentes y no saben contar más de tres.
La exposición permanecerá abierta al público hasta marzo de 2025, en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo (Moneda 13, Centro Histórico de la Ciudad de México, a una cuadra del Metro Zócalo/Tenochtitlan). Horario: martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas. Entrada libre.
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