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A través del libro La ciudad de los palacios: crónica de un patrimonio perdido, el historiador y cronista Guillermo Tovar de Teresa (1926-2013) trató de conmocionar de manera contundente tanto a expertos como a personas no conocedoras, para incitar a la conciencia y a una actitud más activa sobre la destrucción del patrimonio material que ha sufrido la Ciudad de México, de acuerdo con el arquitecto e historiador Xavier Guzmán Urbiola.
“Qué mejor recurso que la fotografía, el que eligió Guillermo para conmover y llamar la atención sobre el proceso de las cuatro oleadas destructivas que han alterado nuestra ciudad”, agregó el especialista al participar en el ciclo de conferencias “Territorio y archivo. Revisiones y configuraciones”.
El encuentro, organizado por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y del Sistema Nacional de Fototecas (Sinafo), forma parte de la sexta edición del Seminario Estudio del Patrimonio Fotográfico de México.
Durante su ponencia, La ciudad de los palacios: crónica de un patrimonio perdido. Una historia gráfica, el también miembro honorario de la Academia Nacional de Arquitectura recordó que la obra, publicada en 1990, la cual consta de dos volúmenes, reúne fotografías, dibujos reconstructivos, cartografías, planos y reproducciones de grabados que dan cuerpo a un relato visual sobre la capital mexicana.
“Es una crónica sobre cómo, a lo largo de 250 años, aproximadamente, se ha perdido el patrimonio mueble e inmueble en “cuatro oleadas de destrucción’”, señaló el arquitecto al abundar que se trata de lo que él identificó como la Ilustración (1767-1830); la Reforma (1857-1869); el porfiriato (1876-1910) y, finalmente, el México moderno (1920-1972/75), al que se agregaría el sismo de 1985.
Tras realizar una semblanza, en la que destacó el acercamiento de Tovar de Teresa con la fotografía durante su infancia, Guzmán Urbiola explicó cómo se estructuró la obra.
Primero, compara fotos antiguas y modernas sobre calles, edificios, conventos, tal como hacía en sus paseos infantiles, con su hermano Fernando, comentó.
En segundo lugar, se consideró el tamaño de las fotografías, ya que tras mencionar que gran número son a página rebasada, aseguró que esto permite al lector el placer de ‘engolfarse’ en los detalles.
Y finalmente, señaló que se buscó mostrar sucesivas alteraciones en puntos o edificios icónicos de la urbe que, por su importancia, habían sido documentados ampliamente de manera gráfica, como el Zócalo, la esquina de Madero y Eje Central, Arcos de Belén, la Casa del Judío y la Mariscala, citó el ponente.
“Así se armó el libro, a partir de pares de fotos de calles o edificios específicos y, por lo tanto, capítulos desde lo visual en la ciudad, la traza, la nomenclatura, los sitios emblemáticos, las avenidas principales que a ellos confluyen, los inmuebles que daban a ellas”, abundó.
Guzmán Urbiola destacó además la colaboración de Enrique Krauze y José Iturriaga con los textos introductorios; así, como de José Ignacio González Manterola con fotografías, y de Gabriel Breña Valle con los dibujos reconstructivos.
Durante su participación, Fernando Tovar y de Teresa destacó el valor de estos documentos y la labor de su hermano Guillermo al guardar estos testimonios, sobre todo, de los que fueron sujetos de destrucción, como los monumentos.
“Siempre hablaba de que una época se encargaba fielmente de destruir a la anterior, y así sucedía repetidamente en la historia México, siempre ha tenido esa desgracia”, finalizó el también miembro de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística.
El ciclo de conferencias virtuales, el cual reflexionará acerca de prácticas que han derivado en la creación de diversos testimonios fotográficos, se transmite por INAH TV, a las 17:00 horas, los últimos martes de cada mes; continúa el 23 de julio de 2024, con la participación de la fotógrafa y artista visual, Sonia Madrigal, con la ponencia Ciudad Neza, territorialidad, cuerpo y archivo.
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