Visitas: 8
Desde hace 186 años, en el corazón del semidesierto queretano, los primeros días de mayo los escaloneros ascienden al tercer monolito más grande del mundo para honrar a la Santa Cruz; la ritualidad, la cosmovisión y los desafíos detrás de este peregrinaje son retratados en la exposición Caminos de piedra y viento (Ya ñu ar do ne ndahi). Los escaloneros de la Peña de Bernal.
La exposición fotográfica, con la cual la Secretaría de Cultura federal, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), celebra el 87 aniversario del Museo Regional de Querétaro, es un recorrido visual por una de las celebraciones relacionadas con las advocaciones al agua y el buen temporal.
La muestra, la cual reúne 16 imágenes, autoría de los investigadores Eva Natalia Fernández y Luis Montes de Oca, es resultado de las indagaciones etnográficas realizadas en esa región por la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), en colaboración con el INAH. En la misma Sala de Exposiciones Temporales se proyecta un video documental hecho por el coordinador del Departamento de Cinematografía de esa casa de estudios, Rodrigo Mendoza.
La ritualidad que realizan los escaloneros, alrededor del Día de la Santa Cruz, es una práctica que forma parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, al estar integrada a la tradición “Lugares de memoria y tradiciones vivas de los otomí-chichimecas de Tolimán: la Peña de Bernal, guardiana de un territorio sagrado”, inscrita en dicha lista de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
El curador de la exhibición y académico de la UAQ, Alejandro Vázquez Estrada, detalla que Caminos de piedra y viento aborda la resistencia de una práctica cultural que honra a la Peña de Bernal, cuya vocación ritual se remite a los grupos nómadas del norte de México.
“A partir de la evidencia lítica y arqueológica encontrada en sus faldas, se determinó que funcionó como un lugar sagrado y ruta de paso a la Sierra Gorda queretana, lo cual cambió de manera estructural al fundarse el pueblo de San Sebastián de Bernal, en el siglo XVIII, con una intención colonizadora de avance y presidio contra los grupos chichimecas.
“La población que se aposentó en el pueblo estableció un territorio criollo, con la ganadería como actividad central, la cual permaneció a lo largo de dos siglos, y donde se erigió un centro religioso y comercial que articuló de manera periférica a las comunidades indígenas distribuidas de forma dispersa”, sostiene.
El también responsable del diagnóstico del patrimonio cultural de Querétaro, por parte de la UAQ, comenta que hasta finales de 1980, el territorio vinculado con la Peña de Bernal y el pueblo estaba en manos mestizas, algunas de ellas todavía emparentadas con abolengos hispanos; mientras que la población indígena fue desplazada a barrios periféricos o a comunidades vecinas, como San Antonio de la Cal.
En este sentido, señala, que la población que se autoadscribe como indígena acude a las celebraciones de la Santa Cruz a la Peña de Bernal, a manera de revenrencia hacia un hito geográfico que forma parte de un conjunto de elevaciones sagradas.
“Realizan estas actividades principalmente los escaloneros de la Santa Cruz, organización conformada por los distintos barrios del pueblo de Bernal y los cargueros de San Antonio de la Cal. Sus rituales están articulados con una cosmovisión étnica centenaria, basada en una identidad compartida por los pueblos chichimeca otomí del semidesierto queretano.
“Es una agrupación de carácter tradicional que, a lo largo de distintas generaciones, ha defendido la sacralidad de la Peña de Bernal como espacio de culto hacia los ancestros y el agua, pero también hacia la Santa Cruz”, expresa.
Vázquez Estrada advierte que, de forma subyacente, la exposición fotográfica “busca crear conciencia sobre la importancia de generar un proceso educativo del patrimonio entre los turistas, a fin de crear un diálogo intercultural respetuoso de la diversidad y atento a la defensa del patrimonio, más allá de los drinks y las selfies”.
Caminos de piedra y viento (Ya ñu ar do ne ndahi). Los escaloneros de la Peña de Bernal permanecerá en el Museo Regional de Querétaro hasta el 25 de febrero de 2024. Horario: martes a domingo, de 9:00 a 18:00 horas. Entrada libre.