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El monumento al Volador, una obra de las más significativas para nuestra ciudad vainillera, un homenaje para aquellos danzantes que por años han pasado de generación generación la enseñanza de este milenario ritual, construido en el año de 1988 por el artista, pintor y muralista mundialmente conocido Teodoro Cano García.
Un danzante de cemento de 18 metros de altura, que en sus primeros años de vida cuentan los papantecos que cada hora se escuchaba el sonido de la flauta y tambor emulado por una bocina, sin embargo administraciones han pasado, pero ninguna le ha aportado más que una limpieza o la colocación de simples luces y así dicen “transformarlo”.
En malas condiciones monumento al Volador de Papantla.
Publicado por Enteratever.COM en Jueves, 24 de marzo de 2022
El monumento ha estado en el olvido por décadas, en 2020 danzantes de este milenario ritual pidieron a los gobiernos realizar una restauración pero hasta el momento ha sido en vano puesto que aún sigue en un mal estado, en algunas partes se observan las varillas oxidadas de su estructura, partes que con el paso del tiempo se han ido cayendo y le faltan espejos que forman parte de su traje.
Durante 2020, José Morelos integrante de la Unión de Voladores, manifestó en una entrevista lo lamentable que locales o foráneos dañen este espacio, sobre todo las juventudes puesto que en la base del monumento a la más importante danza de nuestra milenaria cultura, se observan palabras que escriben ya sea con lapicero o marcador.
Bueno eso es lamentable para la unión de voladores, el poco interés de las autoridades por una verdadera restauración de esta gran obra, pero para algunos ciudadanos es más lamentable que traten de esconder sus imperfecciones iluminándolo por las noches, claro desde lejos luce espectacular con los colores de nuestra nación
Pero el verdadero problema radica en el día, dónde es lamentable que turistas nacionales e internacionales llegan hasta la ciudad, suben a lo más alto del cerro donde se encuentra y por la claridad del día noten el estado en el que se encuentra, su deterioro y la falta de una verdadera, verdadera inversión.
