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Por José Martín
Poza Rica, Ver.- Una persona fue asesinada, y otras dos más fueron lesionadas en el interior de un templo cristiano mientras realizaban una ceremonia religiosa en la colonia 27 de Septiembre. El asesino argumentó que todos estaban poseídos, y que él era el iluminado por Dios; de inmediato se abalanzó hacia los feligreses.
Con una navaja en manos, don Modesto Hernández Ramos, de 28 años de edad, originario de Cazones, de ocupación campesino y con domicilio en la comunidad de Copal, del municipio de Papantla, entró al recinto religioso para agredirlos verbalmente y después apuñalar a los creyentes que se encontraban rezando.
En su ataque, apuñaló en dos ocasiones a Edgar Hernández Sosa, de 62 años de edad, jubilado de Petróleos Mexicanos (Pemex), quien presentó heridas profundas en la cabeza, y otra más en el pecho a la altura del corazón; causándole la muerte casi instantánea.
El occiso tenía su domicilio en la calle Manzana 15 lote 11 del fraccionamiento Heriberto Kehoe Vincent. De igual forma, lesionó a la esposa del ahora finado doña Margarita Carballo Ortiz de 58 años de edad, quien le causó una herida en el brazo derecho a la altura del hombro; fue enviada al hospital regional de Pemex, ubicada en la colonia Obras Sociales.
También agredió a Edgar Adrian Bustos, empleado de la empresa TAMSA, de 41 años de edad, quien fue trasladado a la Unidad Médica 24 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ubicada en el sector habitacional Miguel Hidalgo, para recibir atención médica.
Los hechos se registraron en el Templo Cristiano El Divino Redentor, del Concilio de las Asambleas de Díos, ubicado en la calle Nicaragua de la colonia 27 de Septiembre.
Al provocar la muerte de uno de los presentes, don Modesto Hernández Ramos fue golpeado brutalmente con una de las sillas para ser detenido por el resto de los feligreses, mientras llegaban los elementos de la Policía Intermunicipal Poza Rica- Tihuatlán- Coatzintla (PIPTC), y los paramédicos de la Cruz Roja Mexicana.
El responsable exclamó que “desde pequeño los espíritus lo habían iluminado” y los integrantes de dicha institución evangélica le decía “que él no era nada” y que “estaba durmiendo cuando escuchó la voz de su pastor”, por lo que arremetió contra ellos.
Fue detenido y enviado a los separos de la PIPTC y a su vez denunciado ante el Ministerio Público (MP) de Poza Rica, para deslindar su responsabilidad del ataque.
