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Por José Martín
Coatzintla, Ver.-Los 20 años que ahorró dinero para comprarse su vivienda están por terminar sobre las aguas negras. De la noche a la mañana, don Pascual Vargas y otras 60 familias del fraccionamiento Casas Geo podrían terminar en la calle porque la empresa inmobiliaria y el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) se oponen a reubicarlos a pesar de que viven en áreas de deslaves.
Con su sueldo de empleado general de un centro comercial, Pascual Vargas se endeudó con más de 350 mil pesos para brindarles un patrimonio a su esposa y tres hijos. La mejor oportunidad para comprar su casa la tomó de Casas Geo, que les prometió una mejor calidad de vida para todos y a costos muy accesibles.
Pero no pasaron ni dos años para que presenciaran que las construcciones fueron “montadas” sobre terrenos rellenados de tierra y escombros. Con sólo unas cuantas horas de lluvia, las paredes de sus hogares comenzaron a agrietarse, sus pisos y escalones presentaron hundimientos.
“Minutos antes de las doce del mediodía del sábado escuchamos un estruendo detrás de la casa”, relata, y prosigue, “salimos a ver qué sucedía, y al asomarnos nos dimos cuenta que nuestras casas se estaban cayendo. Tuvimos que salirnos por temor a quedar aplastados”.
Era la vivienda marcada con el número 214 B de la calle Hacienda los Manzanos que comenzó a hundirse luego de registrarse deslizamientos de tierra causados por las lluvias del disturbio tropical 90L, que ocurrieron sobre el canal de desagüe de ese sector habitacional.
De inmediato las grietas se extendieron hacia la plancha de concreto que la constructora encimó sobre el riachuelo para desviar las aguas negras. La humedad derribó más de diez metros de la obra, justo donde cimentaron las bases de más de 60 departamentos.
Al ver los daños, don Pascual Vargas y otras cuatro familias decidieron abandonar sus casas para mantenerse a salvo de los derrumbes. Él no halló otro lugar más que un garaje; ahí acomodó las pertenencias de sus familiares y es donde pasan las noches.
Los demás se apostaron a entrar a viviendas abandonadas para protegerse de las lluvias y resguardar algunos muebles y aparatos electrónicos mientras pasa el peligro. Las personas damnificadas se alimentan en una cocina comunitaria que instalaron en el patio de una de las casas de sus vecinos.
Cuatro días de vivir con miedo
A cuatro días de suscitarse los deslaves, las familias viven con miedo e intranquilidad de perder su hogar. El desgajamiento de la tierra continúa en casi todo el canal de desagüe, y en algunas residencias más las paredes, pisos y techos han comenzado a agrietarse, por lo que nadie se siente seguro en ese fraccionamiento.
Doña María Magdalena Gonzáles García, una de las inquilinas afectadas declaró que al menos 21 familias habitan las casas que sufren deslizamientos, pero en total son 60 departamentos que les vendieron sobre las orillas del riachuelo que cruza ese sector poblacional.
Aún con el riesgo, la mayoría paga renta de hasta mil 300 pesos mensuales y en el caso de don Pascual Vargas, el Infonavit le descuenta 2 mil pesos al mes y sin derecho a retrasos. “A nosotros nos vendieron algo que no sirve, y aquí fue un fraude”, reiteró.
Las cinco familias piden les reubiquen de esa zona habitacional porque no están dispuestos a regresar a las casas que presentan hundimientos y grietas en casi toda la infraestructura. También proponen les autoricen prórroga para suspender sus pagos ya que la mayoría se irá a rentar a otros sectores habitacionales de Coatzintla y no les alcanzará para cubrir sus mensualidades.
PC dictamina “RIESGO MUY ALTO” para las familias
Información íntegra del boletín
La Secretaría de Protección Civil (SPC) del Estado de Veracruz determinó que sean reubicadas las familias de Geovillas del Real cuyas viviendas presentan daños estructurales como consecuencia de un deslizamiento de tierra. Ayer por la tarde llegaron Geólogos de esa dependencia para investigar y evaluar los daños.
El director de Protección Civil, Hipólito Fernández Gómez, dijo que por petición del alcalde, César Ulises García Vázquez, la SPC aceleró los trabajos y ya emitió el dictamen respecto de las afectaciones que se presentan en esa unidad habitacional.
“Las viviendas al borde del arroyo se encuentran en zona inminente de riesgo muy alto ya que no se respetó la zona mínima de amortiguamiento por lo que estos edificios tendrán que ser desocupados y las familias reubicadas”, precisa el documento.
Agrega que las viviendas que se ubican en la base y en la cima de los taludes artificiales se considerarán de muy alto riesgo mientras que estos no cuenten con una obra de contención adecuada, por lo que no podrán ser habitados.
El documento recomendó que se concluyan las obras de adecuación del terreno y se rehabiliten las afectaciones actuales; de lo contrario la problemática se verá incrementada. También concluyó que el Ayuntamiento deberá revisar los permisos de uso de suelo y autorizaciones de construcción.
Mientras tanto ya se encuentran en Geo Villas el grupo de Geólogos de la SPC quienes iniciaron sus trabajos para evaluar las condiciones del terreno y elaborar un dictamen.
El geólogo de la SPC Marcos Luna, dijo que se hará una evaluación de las zonas que han tenido problemas y luego, ya con los dictámenes elaborados, se determinará qué se debe hacer.
“Con base en los precursores que haya o que nosotros observemos, se verían las acciones que se tienen que tomar. Tenemos que analizar todo primero. En primera hay presencia de agua en el subsuelo; de hecho es muy común obtener ese tipo de saturación de suelo y que se den este tipo de eventos, sino están bien contenidos”.
Dijo que si no tienen los drenes y canalizaciones correctas generalmente tienden los terrenos a desplazarse, por lo que se debe hacer un buen sistema hidráulico para que ese terreno no se sature demasiado.