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Poza Rica de Hidalgo

Damnificados acusan omisión de autoridades al vivir en casas dañadas por constructora

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Damnificados acusan omisión de autoridades al vivir en casas dañadas por constructora
Damnificados acusan omisión de autoridades al vivir en casas dañadas por constructora

Por José Martín

Poza Rica, Ver.- Desde hace casi ocho meses un aproximado de diez familias de la colonia Insurgentes Socialistas viven en casas agrietadas y paredes fracturadas debido a que la constructora Fabricación y Reparación Electromagnética (Fyresa), no se responsabilizó de los daños que ocasionó a sus viviendas, y las autoridades municipales no han resuelto el problema.

Una de las afectadas de la calle Insurgentes de ese sector habitacional que se identificó como Wendolí Benítez Herrera declaró que la compañía no cumplió con los acuerdos pactados desde septiembre del año pasado, que era el de construir un muro de contención y reparar los daños de los domicilios.

Desde hace más de seis meses Fyresa sólo cimentó las bases de la barda que les prometió para retener los deslaves de tierra y los cimientos de las casas dañadas, pero no ha avanzado. Mientras tanto, los hogares se sostienen del suelo reblandecido, y con desgajes frecuentes.

Las afectaciones surgieron en la colonia Insurgentes luego de que la constructora “rebanara” el cerro que delimitaba las casas para emparejar el predio donde construye 96 viviendas, que llevarán el nombre de fraccionamiento «Santa Lucía».

“No quieren responsabilizarse de los daños en las casas y tampoco quieren pagar las rentas que nos prometieron en 2013”, exclamó muy molesta Wendolí Benítez, quien advirtió que de no solucionarse, bloquearían algunas calles de la ciudad de Poza Rica.

Tras «raspar» el cerro se desplomaron cuatro viviendas y otras más presentaron grietas y cuarteaduras en sus pisos, paredes y techos; las bardas colapsaron al vacío, a un costado en el que la constructora edifica un nuevo fraccionamiento desde el pasado 5 de septiembre del año 2013.

Desde entonces, algunos vecinos abandonaron sus hogares ante el temor de que sus casas colapsaran ya que los cimientos quedaron al voladero, y los funcionarios de la pasada administración, quedaron formalmente en que suspenderían la obra hasta que Fyresa respondiera por los daños.

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