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Hasta 1932 Los habitantes de Poza Rica no celebraban la Navidad a la manera cómo se hace hoy: con arbolito y regalos. Con la llegada del campamento de la compañía Mexicana de Petróleo el Águila a la ranchería se inauguró una nueva forma de celebrar el nacimiento de Jesús.
Emilio Salgado Zubiaga, niño de 4 años de edad en 1932, recuerda que en el campo Palma Sola, donde estaba asentada la empresa, había un casino para los trabajadores y que la noche del 12 de diciembre de aquel año a él y a su familia les tocó dormir en ese edificio ya que su casa fue desmantelada para traerla al Kilómetro 56 de la vía Cobos Furbero.
A su vez, ese mismo casino fue desmontado, trasladado en la Maquinita y vuelto a instalar ahora en Poza Rica, “ahí mismo donde está el Salón Tamabra” asegura.
Refiere Salgado: “nosotros no celebrábamos como los gringos, pero nos adaptábamos a lo que ellos hacían”. El nuevo campo petrolero de Poza Rica, fue trasladado desde Palma Sola el 13 de diciembre – según Sinesio Capitanachi el nombre del centro laboral se oficializó el 20 de diciembre de 1932-.
Indica que el 25 de diciembre de 1932 El águila invitó a toda a su familia a una reunión para celebrar la Navidad en el casino. Había un pino enorme, recuerda, y en él estaban colgados los regalos. Uno de ellos fue para el niño Salgado: unos zancos.
Esa Navidad fue especial para los recién llegados, porque sería la primera al estilo contemporáneo; aquel pequeño punto en el mapa, la Ranchería de Poza Rica, empezaba a formar parte de la cultura global.
