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El alcalde de Poza Rica Sergio Lorenzo Quiroz Cruz, se disculpó públicamente por el retiro de las esculturas de cartonería monumental «Los Caminantes», mismas que fueron colocadas en el «Paseo de la Burrita» el día jueves dentro del marco de la segunda edición de Festival Poza Rica de las Artes.
Lo anterior, luego de que a través de las redes sociales se criticara severamente la destrucción de estas obras. Algunas fueron dañadas por personas no identificadas y una fueron retiradas por elementos de la Fuerza Civil y Protección Civil, dicha cartonería contenía mensajes en el frente de «Pemex vendido» y «México S.A.» y en la parte trasera «En Poza Rica no solo se roban Frutsis y Pinguinos».
En total fueron ocho obras las que surgieron de este taller llamado los «caminantes», estuvieron distribuidas por diferentes espacios del «Paseo de la Burrita» desde el puente peatonal de la escuela María Enriqueta Articulo 123 hasta el reloj de «La Paz».
Las imágenes permanecieron en los sitios designados por menos de 24 horas, por para este lunes 12 de octubre, fecha que concluye el festival, solo subsisten en su lugar seis obras. Este trabajo fue realizado por estudiantes de secundaria y de diversas facultades de la Universidad Veracruzana (UV).
Quiroz Cruz, al ser cuestionado al respecto dijo «Pues sí, caray! hay cosas que de pronto salen de control yo no me encontraba en la ciudad, una disculpa, una disculpa pero también la Fuerza Civil lo único que hace es atender a un llamado, alguien se desesperó no consultó y a veces ocurren estos detalles, son señales que nos dicen que tenemos que estar mejor comunicados».
El alcalde reconoció que esta situación se dio debido a la falta de comunicación que hubo entre los organizadores del evento y se disculpó a través de los medios de comunicación por esta situación. Es importante señalar que las disculpas no se han realizado de personal ni con los alumnos ni con el maestro.
Rodrigo Vidal Padilla, maestro de los jóvenes creadores de la obra, respondió a las declaraciones del presidente diciendo «valoro que lo haga no sé si explicó que ocurrió con la pieza del charrito que hasta ahora no sabemos su destino».
El tallerista reconoció que tanto los alumnos como él estaban conscientes de los que podría ocurrir una vez que fuera exhibidas «Éramos conscientes de que algo así pasaría, pero también teníamos la esperanza de que la gente los cuidaría, lo calificó interesantes, porque aún no sé si la gente movió parte de las piezas por mala onda, por miedo, por ignorancia o en el mejor de los casos porque era una pieza bonita y la quería guardar», enfatizó.
Para finalizar dijo que es necesario que se diseñe una política cultural que se clara en el sentido de a dónde va, que pueda ser mediable a con los resultados a corto, mediano y largo plazo.
