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En el marco del 65 aniversario de su creación, el 10 de diciembre de 2024, el Museo Regional de Antropología de Yucatán (MRAY) inaugurará un nuevo espacio que materializa el sueño de contar con una sala de sitio dedicada a su sede, el Palacio Cantón. La muestra permanente adentrará al público a sus inicios como residencia privada del general Francisco Cantón Rosado (1833-1917), hasta su transformación en uno de los recintos culturales más importantes de la región.
“El Palacio Cantón. Testigo de la historia”, título de la exhibición, es una celebración al devenir de este lugar, en cuyo sótano se fundó el primer museo arqueológico de Yucatán, en 1959. Un par de décadas después, el edificio fue cedido en comodato al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), para que albergara en él una de las colecciones prehispánicas más importantes de la península.
El director del MRAY, Bernardo Sarvide Primo, refiere que una pregunta recurrente de los públicos que lo visitan, son, precisamente, el origen y las funciones que tuvo el inmueble. Estas dudas serán despejadas con líneas de tiempo, gráficas y 131 piezas y documentos históricos que hilan un relato en torno a una de las construcciones más emblemáticas del Paseo Montejo, en Mérida.
A lo largo de más de un siglo, comenta, el inmueble ha tenido diversidad de usos culturales, de habitantes y voces, “como un fantástico universo que desdobla las épocas y que regresa por pequeños instantes, momentos efímeros, registrados en fotografías, textos, notas de periódicos y documentos entretejidos en archivos públicos y privados; historias y relatos familiares”.
El arquitecto reconoce la labor investigativa de la exdirectora del museo, la historiadora Blanca M. González Rodríguez, quien, en 2011, a propósito del centenario de esta edificación, publicó El Palacio Cantón. Testigo de la historia. Ahora, sobre 300 metros cuadrados de la planta alta, la nueva sección aborda los principales aportes de dicho libro.
El primer apartado de la exhibición retoma la figura del general Francisco Cantón, de quien se exhiben objetos personales, medallas y diplomas obtenidos en su carrera militar. Un personaje clave en el desarrollo de la Guerra de Castas, la cual vivió de principio a fin; aliado del Segundo Imperio, después redimido al pasar al bando liberal. Un político hábil que gobernó Yucatán entre 1898 y 1902.
Se aborda también la construcción, de 1904 a 1911, del “palacio” de dos plantas, sótano y ático, y casi 20 metros de altura. González Rodríguez señala que la residencia ocupaba el terreno situado en la esquina de la calle 43 con la nueva avenida a la que se había puesto el nombre de Paseo del Adelantado Francisco de Montejo, trazada un poco antes.
Por su parte, Bernardo Sarvide detalla que en el mismo apartado se expone el papel del Palacio Cantón como recinto público y privado, pues fue sucesivamente Escuela de Bellas Artes, alojó a la Primaria Superior Hidalgo y fue residencia de gobernadores, de 1949-1959.
La segunda sección está destinada a un momento decisivo: la llegada del museo al recinto, a partir de colecciones fundacionales como las de los museos Yucateco (creado en 1871, por el obispo Crescencio Carrillo y Ancona, y que prolongara su vida hasta 1924) y Arqueológico e Histórico de Yucatán, concebido en el proyecto socialista de Felipe Carrillo Puerto, e inaugurado en 1925, por su sucesor, José María Iturralde Traconis.
El guion museográfico finaliza con el afianzamiento del MRAY al incorporar colecciones clave, como las donadas por Alvar y Carmen T. de Carrillo Gil, y piezas descubiertas en proyectos arqueológicos en sitios como Mayapán, Xkipché y Uxmal.
De esta manera, manifiesta Sarvide Primo, con la apertura de la Sala El Palacio Cantón. Testigo de la historia se extiende la invitación a los públicos de todas las edades, a conocer y reflexionar sobre la importancia de su legado escrito en piedra, así como a participar de las actividades académicas y lúdicas, las cuales pueden consultarse en las redes sociales del recinto museístico.
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