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“El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) detona gran cantidad de acciones e iniciativas, y está presente en diversas dinámicas de desarrollo económico y social en muchas regiones del país”, sostuvo el titular de la institución, Diego Prieto Hernández, al inaugurar un foro de reflexión y deliberación público en torno a las problemáticas y desafíos de este organismo de la Secretaría de Cultura federal.
“Caminos abiertos hacia el INAH del futuro. Foros de discusión sobre la circunstancia y perspectivas del INAH” reunirá a más de 160 integrantes de la octogenaria institución, los días 27, 28 y 29 de noviembre de 2024, en el Museo Nacional de Antropología, con el objetivo de generar propuestas y planes de acción encaminados a fortalecer al instituto.
El antropólogo subrayó que se busca atender propósitos específicos, como la regularización presupuestal de las condiciones generales de trabajo; los reglamentos de promoción de las y los trabajadores académicos, administrativos, técnicos y manuales, y lograr un estatuto que otorgue seguridad laboral al personal eventual.
En atención a una de las políticas de desarrollo del Gobierno de México, Prieto Hernández enfatizó la tarea de impulsar planes de fortalecimiento para las escuelas de educación superior adscritas al INAH.
“Las labores del instituto tienen impacto nacional”, destacó al referir que, al ocuparse de los estudios antropológicos e históricos de la sociedad mexicana, también le atañe el conocimiento, cuidado y valoración del inmenso patrimonio antropológico, etnológico, lingüístico y cultural de México, en su sentido más amplio.
Otro objetivo importante de estas conversaciones, apuntó Prieto Hernández, será incentivar la participación de las mujeres y el combate a cualquier clase de hostigamiento, acoso o violencia hacia ellas, en todas las áreas y niveles.
“Se espera que el contenido de estos foros y sus resultados puedan ser asumidos por los Consejos de Área y el Consejo General Consultivo, para enriquecer el plan anual de trabajo 2025, con líneas hacia 2030, y la formulación del plan, de mediano plazo, del INAH”, el cual formará parte del programa nacional de cultura.
En su intervención, el secretario técnico del INAH, José Luis Perea González, aseveró que “se inicia un proceso clave para la transformación de nuestro centro de trabajo”, a través de la reflexión profunda y del análisis colectivo, con los cuales será posible proyectar un nuevo rumbo y adaptarse a las exigencias del presente.
La jornada abarca toda la diversidad de acciones y preocupaciones de las y los servidores públicos, expuso al explicar que es un momento de reflexión institucional en el que se reafirma el compromiso con la misión y los valores del instituto, mediante un ejercicio de diálogo participativo, orientado a pensar en el futuro del INAH, en el contexto de las necesidades actuales y futuras.
Las 105 ponencias que tendrán lugar durante tres días buscan ofrecer un enfoque integral que permita tratar los desafíos desde múltiples perspectivas, con el propósito de regresar a los principios y valores que dieron origen a este organismo, fundado en 1939, cuyos pilares son el trabajo científico, el pensamiento crítico y el servicio al pueblo, sostuvo Perea González.
A su vez, el profesor-investigador de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía, Manuel Gándara Vázquez, agregó que el objetivo general de estos foros es contribuir a “explorar los caminos que nos lleven al INAH del futuro, y entender que lo que está en juego son los patrimonios culturales tangibles e intangibles, los cuales están bajo nuestra custodia”.
La primera ponencia del día, Recorriendo organizados las veredas. Una alternativa para el fortalecimiento institucional, estuvo a cargo de la investigadora del Centro INAH Morelos, Frida Itzel Mateos González, quien subrayó la urgencia de un cambio sustantivo en el instituto, basado en el diálogo, la colaboración y la acción multilateral.
Concluyó que con ello se espera constituir una estructura flexible que integre a las áreas sustantivas de la institución, pero también a las organizaciones gubernamentales, sociales y comunitarias que, desde sus respectivos ámbitos, se ocupan de la conservación del patrimonio cultural en toda su diversidad.
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