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Con cada investigación que se realiza sobre Kaabu, reino situado en lo que hoy son los territorios de Senegal, Gambia y Guinea Bissau, en el continente africano, cambia la historia de la región, la cual ha sido negada por el colonialismo para justificar la dominación de los pueblos europeos.
Lo anterior fue expuesto por la investigadora del Instituto de Ciencias del Patrimonio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España, Sirio Canós Donnay, en el ciclo de conferencias “Arqueología mundial. El quehacer arqueológico en otras latitudes, bajo diferentes ópticas”.
Organizadas por la Secretaría de Cultura federal, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), de la Coordinación Nacional de Arqueología y de la Dirección de Estudios Arqueológicos (DEA), las ponencias se transmiten por INAH TV, los jueves, hasta el 4 de julio de 2024.
“Hemos estado allí y nadie lo había estudiado, un reino entero, cuya arqueología era completamente desconocida. Entonces, cada vez que haces un sondeo cambias lo que se conoce de la historia en la región”, aseguró la arqueóloga durante su conferencia La arqueología del reino Kaabu, Senegal.
La especialista, quien ha realizado investigaciones en ese territorio desde 2013, detalló que los orígenes de Kaabu se remontan a los inicios del Imperio de Mali, uno de los más grandes de la historia africana, cuyo auge se registró entre los siglos XIII y XVI.
Esta provincia, ubicada en la costa del Atlántico y que contaba con riquezas generadas por el comercio de oro, principalmente con los portugueses, se independizó del Imperio durante el siglo XVI.
Canós Donnay describió las similitudes que compartía con Mali, relacionadas con las estructuras sociales y la organización territorial, así como las diferencias, como la existencia, en distintos momentos de su historia, de reinas en Kaabu, y un sistema de poder rotativo, en el que había tres provincias reales: Jimara, Pacana y Tumana, las cuales se turnaban para gobernar.
“Era una de las provincias más ricas de todo el Imperio, tanto que continuó hasta el siglo XIX, cuando una serie de problemas internos y ataques externos, terminaron con Kaabu, mucho antes de que los europeos supieran dónde estaba su capital, y fue precisamente el vacío de poder lo que hizo posible la entrada colonial europea, a finales del siglo XIX y principios del XX”, detalló.
La capital, que se llamó Kansala, fue asediada por la coalición de enemigos, y el último rey, “viendo que de aquella no sale, prende fuego a los polvorines y hace explotar a la ciudad”, relató al explicar que al momento de la caída de este reino se le conoció como “Turuban”, que quiere decir “el fin de la semilla”.
Como moderadora, la investigadora de la DEA, Ileana Echauri Pérez, señaló que, desde la narrativa eurocentrista, el desarrollo de África se ha subestimado, a pesar de que ahí se originó la humanidad.
“No solo por la cantidad de sociedades complejas que había, sino también que desafían muchos de los principios que damos por sentado respecto a cómo funcionan las sociedades humanas, desde cosas obvias, como la metalurgia de cobre-bronce-hierro. En África no pasa esto, van directamente al hierro”, señaló Canós Donnay.
Por último, la arqueóloga española dijo que el desconocimiento sobre África fue lo que la motivó a realizar sus investigaciones, y recordó que al iniciar tenía un reino del que no se sabía nada, por lo que tuvo que recurrir a la lectura de documentos, en busca de los registros de la tradición oral.
El ciclo de conferencias Arqueología mundial: el quehacer arqueológico en otras latitudes, bajo diferentes ópticas, continuará el 20 de junio, a las 11:00 horas, a través de INAH TV, con la ponencia Pottery technology at the dawn of the Metal Age: a view from the prehistoric Balkans, a cargo de la investigadora del Instituto de Protohistoria y Arqueología Medieval de la Universidad de Tübingen, Alemania, Silvia Amicone.
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