Visitas: 7
Con motivo de la construcción y puesta en operación del Distrito de Riego “Alejandro Gascón Mercado“, obra también conocida como Canal Centenario, la cual incorporará 43,000 hectáreas a este sistema de irrigación, en beneficio de más de 7,000 productores, ejidatarios y pequeños propietarios, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) mediante su representación en Nayarit, desarrolló durante 2023 un ambicioso programa de registro, protección e investigación arqueológica en la costa central nayarita.
Los trabajos de salvamento arqueológico se desarrollaron dentro del marco de un convenio interinstitucional de colaboración suscrito en 2023 entre la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y el INAH.
Los reconocimientos sistemáticos de superficie, efectuados desde 2018, a lo largo de los canales de irrigación proyectados cubrieron 238 kilómetros lineales dentro de los municipios de Santiago Ixcuintla, Tuxpan, Ruiz y Rosamorada.
Estos trabajos permitieron identificar y registrar 39 sitios arqueológicos, de los cuales siete se encontraban directamente asociados al eje de trazo y dentro del derecho de vía de dichos canales. En el caso de los sitios “Cerro de Coamiles” y “Las Ánimas”, centros ceremoniales de primer orden por su extensión, estado de conservación y complejidad arquitectónica, los trazos originales de los canales fueron modificados y reubicados por la Sedena y la Conagua, con la finalidad de garantizar la protección integral de sus monumentos.
La exploración del Altar 1 en el sitio de “Las Ánimas” permitió liberar extensivamente esta estructura, cuya retícula de excavación abarcó una superficie de 64 metros cuadrados. Al interior del recinto localizado, en su parte superior, se ubicó in situ una compleja ofrenda compuesta por siete vasijas de arcilla, una cuenta zoomorfa de caolinita, 17 navajillas prismáticas de obsidiana y numerosos huesos incinerados de origen animal, materiales que fueron colocados en tres niveles superpuestos verticalmente, justo al centro de dicho recinto.
Esta ofrenda ocupaba una posición central asociada al axis mundi mesoamericano, que dentro de su concepción religiosa integraba el nivel celeste, el terrestre y el inframundo. Por demás notable resultó el hallazgo de una subestructura que corresponde a una etapa constructiva más antigua, dentro del Altar 1, cuyos materiales asociados se ubican en el Postclásico Temprano (900-1200 d.C.).
El arqueólogo adscrito al Centro INAH Nayarit y director del proyecto, Mauricio Garduño Ambriz, señaló que los sondeos arqueológicos realizados en los otros sitios permitieron corroborar la existencia de una sucesión ininterrumpida de capas de suelo de origen cultural, ordenadas cronológicamente. De esta manera, fue posible identificar niveles de ocupación representativos de cinco fases sucesivas dentro de la historia prehispánica regional, cubriendo un rango temporal de por lo menos trece siglos, desde el inicio de nuestra era hasta mediados del siglo XIV.
Es decir, los datos arqueológicos indican que se trata de asentamientos agrícolas permanentes, ubicados en lugares estratégicos a lo largo de los fértiles suelos aluviales localizados en las tierras bajas noroccidentales, donde la población prehispánica practicó agricultura intensiva de humedad.
Según las fuentes documentales de la primera mitad del siglo XVI, escritas por los soldados conquistadores hispanos que incursionaron en estas provincias, en algunas zonas se recogían de dos a tres cosechas de maíz al año. Este potencial productivo posibilitó el surgimiento y expansión de una sociedad compleja que se desarrolló sobre bases demográficas, económicas y políticas propias, en una región cultural conocida como Aztatlán.
Por su parte, el director del Centro INAH Nayarit, Othón Yaroslav Quiroga García, comentó que con la información que se genere a partir de la restauración, registro y estudio de la colección arqueológica recuperada en campo, se contempla el diseño y montaje de una exposición temporal en el Museo Regional de Nayarit.