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Aunque ya tentativamente se maneja una fecha para la apertura nuevamente de la zona arqueológica del Tajín, vendedores de artesanías y ambulantes a las afueras de este espacio cultural, esperan que no sea otra vez un engaño.
Quienes viven de la llegada de los turistas a este lugar aseguran que ha sido una noticia de alegría el saber que la zona nuevamente será abierta pues muchos de ellos regresarán a sus locales de artesanías mismos que tuvieron que dejar para poder sobrevivir.
Por más de más de un año los vendedores, ambulantes y danzantes sobrevivieron de las pocas personas que arriban hasta el Tajín, mismas que al notar que no había acceso optaban por comprar artesanías y recuerdos o incluso comer de los pocas palapas que continuaron dando servicio.
