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Raquel Bonilla Herrera, diputada federal por el quinto distrito dio a conocer a través de sus redes sociales dio a conocer que se registró para competir en el próximo proceso electoral por la alcaldía de Poza Rica, noticia que para muchos ya no era una sorpresa, pues si nombre lleva varios meses sonando en la ciudad y que podría ser la próxima candidata por el partido Morena.
La diputada dijo estar comprometida con el movimiento, por lo que seguirá caminando para lograr la cuarta transformación, por lo que la funcionaria ha recibido buenos y malos comentarios por parte de la población, pues si es cierto Bonilla Herrera no cuenta con muy buena reputación, pues gracias a su nulo trabajo como la mayoría de los representantes del partido en el municipio.
Es importante mencionar que la diputada en sus dos informes de trabajo solo ha presentado iniciativas, las cuales la mayoría de estas solo se han quedado en mesa de trabajo, además que durante estos cuatro años se ha enfocado en el proyecto de nación el cual no ha traído un beneficio al municipio, por lo que es la misma población que se siente decepcionada del trabajo de la funcionaria.
Además de haber prometido en la pasada elecciones reactivar la refinería «El Escolín» y el sector petrolero, propuesta que quedó en el olvido, pues ella dijo que en seis meses estaría reactivado este sector y a cuatro años siguen sin reactivarse, por lo que ese es el cambio que tanto prometieron para el municipio.
Pues nunca regreso a dar las gracias al población que le permitió llegar al puesto que actualmente ocupa, ciudadanía que en los próximos meses serán visitados por la Raquel Bonilla, la cual se ha durante estos último cuatro años se olvidó de la gente y durante esta pandemia no ha sido para apoyar a los que más necesitan.
Son varias acciones las que ponen a pensar si Raquel Bonilla es lo que necesita el municipio es estos momentos que el municipio atraviesa una de sus peores crisis económicas y en temas de salud, pues es importante destacar que los funcionarios de Morena son especialistas en solo levantar la mano, pues tiene seguros sus ostentosos salarios, mientras el que el pueblo tiene varios meses sin trabajar.
