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Poza Rica de Hidalgo

La historia de Juana, una mujer vive al día y no tiene la opción de quedarse en casa

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Han sido miles las personas a nivel mundial las que han salido afectadas por el virus silencioso, pero las personas de escasos recursos son los más perjudicadas, la señora Juana Juárez quién se dedica a la venta verduras en su carretilla en el centro de la ciudad de Poza Rica narró como es que sobrevive con 100 pesos que obtiene de sus ventas diarias durante esta pandemia.

Pues desde muy temprana hora tiene que salir de sus hogar para poder llevar el sustento de su casa, apesar de su enfermedad tiene que viajar dos horas para poder llegar a la ciudad de Poza Rica, acude a la central de abastos para  buscar la fruta y verdura que estará ofreciendo durante el día, apesar de que esté negocio ya no le está generando ingresos.

La señora Juana asegura que los 100 pesos que se gana no le alcanza para nada, pues entre pasajes y comidas casi se termina su dinero «Mira mijo son 30 pesos de los dos pasajes y 45 pesos de mi comida, por eso ya no da venir a vender hasta acá, imagínate tengo que viajar dos horas para poder llegar a comprar mi verdura y todo lo que tengo que vender, porque yo ya no puedo andar acarreando las cajas pues estoy enferma», exclamó la comerciante.

A pesar del miedo que a muchas personas les genera el infectarse de este virus que para todos es algo nuevo doña Juana tiene que salir y acostumbrarse a la nueva normalidad, ya que argumenta que le gana más el hambre y el llevar el sustento a su casa que el coronavirus, es por eso que con cubrebocas y gel antibacterial se sube al autobús para iniciar un día más de trabajo, con la esperanza de poder vender un poco más que el día anterior.

Dijo que a pesar de la situación por la que todos se han visto afectados, los proveedores no se han tentado el corazón en darles un precio accesible, pues argumentan que ellos también tiene que generar ingresos, a pesar de esto la señora Juana y otros comerciantes han tenido que bajar sus precios para poder vender, pues ellos si entiende que todos tiene hambre y que muchos se quedaron sin trabajo.

Aunado a esto señaló que en todo el tiempo que estuvieron sin trabajar las autoridades nunca se acercaron a ellos para brindarles apoyos alimenticios o monetarios como se los habían prometido, pues entre comerciantes se rumoraba que solo aquellos que tuvieran un líder eran los que se verían beneficiados y para tener un líder es necesario pagarle porque nadie trabaja de gratis.

En Poza Rica todos los días se pueden ver y escuchar historias parecidas a la de la señora Juana, quienes tiene que viajar largas horas para poderse ganar unos cuantos centavos, historias de personas que se exponen día a día para llevar un bocado a sus hijo, ya que la mayoría de las mujeres que se pueden ver en las banquetas del primer cuadro de la ciudad son solteras.

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