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Cómo cada año miles de familias papantecas llevan a cabo la celebración del Niño perdido y en la cual de acuerdo a las creencias católicas los habitantes ponen velitas afuera de los hogares para que el niño Jesús encuentre su camino.
De entre los más participativos en esta tradición son los más pequeños, quienes en punto de las siete del día sábado comenzaron la colocación en diversas calles de la ciudad.
«Es importante continuar con nuestros hijos estas cuestiones de tradición, no dejarlas morir e inculcarles la importancia que tiene para las familias que son creyentes» así lo dió a conocer Luisa García habitante de esta ciudad.
Diversas calles de la ciudad durante este día, permanecieron alumbradas con las miles de velitas que fueron colocadas por los habitantes Papantecos.
