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Comerciantes que durante la temporada suelen vender los tradicionales trates de indito esperan que este año sus ventas sean buenas, ya que el año pasado no lograron vender toda su mercancía y para ellos esto resulta una pérdida, ya que muchos de ellos viene de fuera de la ciudad y el trasladarse diariamente a la ciudad les resulta complicado y costoso.
Comentan que por la situación que impera en la ciudad ven complicado que puedan vender por completo su mercancía, por lo que hace que decaiga el ánimo, pero estarán ofreciendo todos los días su producto, para lograr vender la mayor cantidad de productos, además de que tuvieron que volver a invertir para traer cosas nuevas y de todas las tallas, es por eso que esperan que la situación cambie en los próximos días.
Previo a esta festividad los comerciantes se han estado colocando en el primer cuadro de la ciudad comienza a llenarse de puestos de sombreros, guajes, jícaras, collares, pulseras, huaraches, blusas y faldas de brillantes colores, todo esto con el fin de acudir el día 12 de diciembre a rendir tributo a la Virgen de Guadalupe.
Uno de los vendedores comentó que si invirtió en mercancía nueva pero también está ofreciendo al público lo que le quedó del año pasado, por lo que los precios los sigue manteniendo para ver si de esta manera los ciudadanos acuden a comprar los trajes de inditos para llevar a los pequeños a darle gracias a la virgen de Guadalupe, señaló que algo que el ha visto en los últimos años, es que más gente se une a las iglesias cristianas y ese también es un factor importante por lo cual ya no se vende igual.
Al igual señaló que ahora los padres de familia, llegan buscando sólo una parte del atuendo de los pequeños, pues buscan ahorrar todo lo posible y si aún les queda reutilizan ciertas prendas del año anterior y lo entienden por que la situación por la que está atravesando el país es uno de los factores de que las ventas de cualquier producto esten bajando de manera evidente y preocupante.
Los precios son variados dependiendo para el sexo de pequeño, ya que para vestir a un niño con las prendas tradicionales, que es el pantalón y la camisa de manta cuestan entre 110 y 125 pesos, el fajero diez pesos, el “huacal” 35, los sombreros 30 pesos y las sandalias 50, la indumentaria para niña que consta de una blusa con valor de 60 pesos, falda de 55, el rebozo cuesta 40 pesos, la canasta 20 y 40 pesos y los collares tres por diez pesos.
Por último comentaron que esperan que la gente acuda a comprar con ellos para que de esta forma puedan acabar su mercancía y así los apoyen porque muchas veces de ellos dependen sus familias y es la forma de poder llevar el alimento asís hogares.