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COMUNICADO
Siempre he pensado que la paz vendrá a partir de la educación que nos brindan nuestros ancestros, nuestros abuelos, nuestros padres y así ellos desde tiempos atrás han abonado a la paz. En el Totonacapan hace mucho tiempo se materializó la conciliación tal como sale a la luz en este trabajo que presentan hoy las autoras con ayuda de gente que vivió esta experiencia. Así llegamos a esta conclusión de que la paz se va a encontrar, como lo dice el libro, cuando se conozca uno mismo. ¿Y cómo se conoce unos mismo? Siguiendo esos consejos de los abuelos, cuando uno está en equilibrio con uno mismo va a estar en paz con el otro. Y ¿cómo se hace eso? A través de la palabra, que como refiere el libro tiene peso y medida. No es necesario un papel y eso es muy importante. —Señaló María Dolores Silva, consejera presidenta del Centro Estatal de Justicia Alternativa de Veracruz (cejav) durante la presentación del libro Memorias y saberes totonacos para la resolución pacífica de los conflictos en el municipio de Papantla, Veracruz en el Nicho de la uv del Parque Takilhsukut durante el segundo día de actividades del Festival Cumbre Tajín 2019 —a desarrollarse hasta el 24 de marzo, en Papantla, Veracruz.
Editado por la Secretaría de Educación Pública (sep), a través de la Coordinación General de Educación Intercultural y Bilingüe (cgeib), la presentación fue presidida por las autoras Valeria Ysunza Pérez Gil, María Lilia González Téllez y Chloee Campero Carracilly. También asistieron María Guadalupe Escamilla Hurtado de la cgeib, Mayra Ledesma de la Dirección General de Derechos Humanos y Cultura de Paz del Gobierno del Estado de Veracruz y Epifanio Hernández y Domingo Francisco Velasco, del Centro de las Artes Indígenas (cai).
En su intervención, Domingo Francisco Velasco del cai se refirió a la obra como una recuperación de los conocimientos totonacas:
—Aquí hay una estructura organizativa comunitaria que hoy en día se perdió. Hace un buen tiempo, incluso en esta zona, ya no se conoce esta organización que implementaba unas normas para el desarrollo de la comunidad y el bienestar social. Había todo un sistema, pero desafortunadamente se dejó de aplicar y en este proyecto yo traté de compartir lo que mis abuelos me enseñaron aportando algo a este material.
Por su parte. María Guadalupe Escamilla dimensionó el proceso autoral y editorial que dio origen a esta obra:
—Este libro tardó cinco años en publicarse y este esfuerzo nos permite hoy cumplir un compromiso de entregar un material que contiene un conocimiento organizado y recopila amplios testimonios para que pueda ser leído, fortalecido y reconocido como una práctica social importante para la cultura de este país y también reconocido por todos aquellos que no hablando una lengua indígena podamos ayudar a que no haya un México excluyente. En ello, la educación es un eje fundamental en la construcción de la identidad nacional y de paz.
A su vez, Mayra Ledesma habló del sentido comunitario de la cultura Totonaca que aborda el libro:
—En la cultura Totonaca, la persona tiene un sentido de pertenencia en función del ser colectivo, que es distinto a como lo vivimos el resto de la población. Además, ese sentido comunitario no puede existir sin los recursos que da la tierra, lo cual puede generar conflictos. Lo más interesante para mí de este libro es lo que se plantea sobre cómo desde las comunidades se pueden establecer estrategias para resolver tales conflictos.
Finalmente, una de las autoras, Chloee Campero Carracilly, señaló:
—El siguiente paso es traducir el libro en totonaco y a otras lenguas originarias; seguir tejiendo la red desde la localidad y la biolocalidad para identificar los focos rojos y encaminar acciones en la construcción de paz.
De esta manera, Cumbre Tajín abre espacios para la difusión de los saberes ancestrales y el diálogo en torno a ellos.