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La delincuencia organizada en nuestro país se ha enraizado en la sociedad y se ha hecho escuela para las nuevas generaciones de niños y jóvenes, lo cual es terrible indicó José Trinidad Zapata Ortiz, Obispo de la Diócesis de Papantla.
Mencionó que la delincuencia no se abatido, sino que se ha bajado a otros niveles, provocando de esta forma que el crimen organizado se adoptado como una forma de vida de jóvenes e inclusive niños, por lo que dijo “se ha enraizado a la sociedad y se ha hecho escuela eso es lo más terrible” expresó.
Enfatizó en que el narcotrafico tiene muchas causas, entre ellas existe quienes entran a la delincuencia porque tienen hambre y quieren comer, por la pobreza, por lo tanto señaló que si son muchas las causas que la originan, es necesario buscar muchas alternativas para combatirlo no solo una.
El obispo mencionó que hay muchas soluciones una de ellas es la lucha con las instituciones encargadas de la Seguridad Pública, por otro lado, esta la idea de tener un mayor desarrollo social, que permita que la riqueza se distribuya entre más personas para disminuir los indice sede pobreza,la educación, por otro lado se necesitan fortalecer las instituciones como la familia, que sean buenas familias, disminuir los adicciones y la migración para evitar que sean familias disfuncionales.
Subrayó que a pesar de que los diversos niveles de gobierno se empeñen en afirmar que la delincuencia a bajado, no es así ya que no temen registro de todos los casos que se dan a en el país, lamentó que ahora los niños son los que imiten estas practicas.
Con respecto a la iglesia católica afirmó que está haciendo los que le corresponde para abatir la delincuencia esto a través de las misas, la evangelización, aunque aseveró que es lamentable que solo el 10 por ciento de los creyentes se acerquen a la iglesia “los de más aunque esta bautizados no llegamos a ellos, por eso no basta que la iglesia haga sino que también es importante que la sociedad ayude” reconoció que en los últimos años habido más alejamiento por parte de los creyentes.
“Pensábamos que muy pronto se iba acabar la violencia y nada y seguimos haciendo oración y seguiremos haciendo oración” dijo.
