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Por José Martín
Poza Rica, Ver.- Los devotos y encargados de los templos de Poza Rica reforzaron su vigilancia ante el temor de sufrir ataques como sucedió en la colonia 27 de Septiembre, el domingo pasado, donde una persona fue asesinada, y otras dos más fueron lesionadas por un campesino del municipio de Cazones de Herrera.
El coordinador regional de la Unión de Pastores Evangélicos de la Región (UNEPAR), Eduardo García Velasco declaró que los feligreses tienen temor al asistir a las ceremonias religiosas, por lo que acordaron vigilar las puertas de los recintos para controlar el ingreso de las personas foráneas.
Incluso quienes provienen de comunidades pertenecientes a municipios como Tihuatlán, Coatzintla, Cazones de Herrera y parte de Papantla, les piden su información personal como parte de las nuevas medidas adoptadas para garantizar la integridad física de las personas.
Tras el atentado en el templo Cristiano El Divino Redentor, del Concilio de las Asambleas de Doos, ubicado en la calle Nicaragua de la colonia 27 de Septiembre, 60 iglesias cristianas mantienen inspecciones físicas a los ciudadanos que entran y salen de esos lugares religiosos.
El coordinador regional de la UNEPAR lamentó y condenó el asesinato de Edgar Hernández Sosa, de 62 años de edad, jubilado de Petróleos Mexicanos (Pemex), que fue apuñalado en la cabeza y el pecho a la altura del corazón, al igual que las lesiones que sufrieron Margarita Carballo Ortiz de 58 años y Edgar Adrián Bustos, de 41 años de edad.
Mientras tanto, exhortó al resto de los representantes y encargados de los templos a mantener vigilada sus accesos en cada ceremonia que realicen. Descartó que pretendan modificar horarios por la incertidumbre que se vive tras el homicidio de feligrés.