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Por: Jazmín Morales Silva
Como cada año los trabajadores de la construcción de Poza Rica, celebran el día de la Santa Cruz elaborando su propia ofrenda con maderas y flores de mayo.
La iglesia en sus banqueta solo tenía a una anciana que vendía las cruces, con mirada triste y voz desganada respondió una joven que cuestionó sobre el costo de las flores, “veinte, pero se la dejo en quince.”
Las calles lucen totalmente deshabitadas, la iglesia por igual, alrededor de 20 creyentes se dieron cita desde muy temprano en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús para bendecir sus cruces, desde afuera se puede ver las bancas que se encuentran vacias, la misa que terminó a las 10:00 de la mañana dejó a todos los feligreses bañados en agua bendita, el párroco solo decía: “mucha porque casi no vienen”, los presentes solo se movían de un lado a otro para tratar de evitar las gotas que velozmente salían una vez más como en ocasiones pasadas de una botella de Gatorade.
Para las 12:00 del día se puede observar a los albañiles encargados del distribuidor vial, como celebran su día trabajando en la construcción de aquel proyecto que ha sido mil veces cuestionado por la ciudadanía, para ellos no hay celebración, el sol está a todo lo que da y las calles se empiezan a ver más gente que transita de un lado a otro.