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Coatzintla.- Con emoción apenas reprimida, el artista coatzinteco, Ezequiel Martínez Felipe, le muestra al alcalde César Ulises García Vázquez, su más reciente obra: «Coatzintla, hoy y siempre», que cuando esté concluida será una colosal mole de concreto que podría estar en alguno de los accesos al municipio.
Enredada en una pirámide una amenazante serpiente con fauces abiertas y ojos agresivos comparte espacio con tuberías petroleras que representan, según el autor, la historia totonaca de Coatzintla, el vocablo que da nombre al Municipio y la actividad petrolera actual.
El Munícipe observa con interés la maqueta desarrollada con plastilina mientras el escultor le da las explicaciones y le pide financiamiento para que la escultura pueda lucirse en algún lugar visible de la ciudad. El Alcalde le responde que se gestionarán los recursos para que ese proyecto se haga realidad.
Ezequiel pretende llevar a la Cumbre Tajín este y otros trabajos de su autoría. Destaca una escultura dedicada a don Juan Simbrón, presidente del Consejo Supremo Totonaca y retratos cuyas expresiones y delicadezas hablan por sí solos de la calidad de su arte.
Dice que estudió en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado «La Esmeralda», una Universidad del Instituto Nacional de Bellas Artes que comenzó con talleres abiertos a todo el público, principalmente a obreros y a campesinos. Los talleres eran gratuitos y en ellos se ofrecía una libertad completa con un desarrollo artístico principalmente intuitivo.
Para Ezequiel los mejores escultores fueron los que existieron durante El Renacimiento y considera a Miguel Ángel su mayor exponente, de quien -asegura- podría hablar durante horas.
«Quiero recuperar el arte clásico de los escultores de El Renacimiento», dice y explica que las técnicas antiguas y las actuales ya son muy distintas. Antes se cortaba con cincel y se tallaba la roca. Hoy en día se construyen los monumentos con ferro-cemento.
Ezequiel Martínez Felipe, es oriundo de Palma Sola, pero avecindado en Manuel María Contreras.