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Concluye, este 23 de diciembre, la temporada de pedir posadas. La tradición se mantiene con dificultades sin convocar a muchos niños de acuerdo a los testimonios de diferentes personas ubicadas a lo largo y ancho de la ciudad.
A pesar de que la costumbre es considerada patrimonio cultural no está siendo reproducida por las nuevas generaciones, al menos no en sectores de clase media y al parecer se conserva sólo en los sectores más populares del municipio, aunque en algunos de éstos sitios ya no se ven equipos numerosos.
En los fraccionamientos Mangos I y II, de acuerdo a los testimonios de Paulina de la Parra y Liz Macías, vecinas de ese lugar, se contabilizaron de tres a cinco grupos de cantores integrados por tres o cuatro niños, sin la supervisión de adultos. Algunos de los vecinos además de monedas les regalaron gorros o chamarras. Los niños arribaron de sectores vecinos como Arroyo del Maíz, Santa Fe o El Mollejón.
“Por acá en la petrolera me extrañó que casi se pierde la costumbre, si acaso le di (monedas) a tres grupos de tres o cuatro niños durante la temporada de posadas, claro vi muy pocos grupos por mi colonia, dice la bióloga Kary Escasena Martínez vecina de la colonia Petrolera, al sur de la ciudad.
En colonias más Populares como La Ceiba, Anáhuac o Manuel Ávila Camacho la costumbre se mantiene sana, pero a diferencia de años anteriores este 2013 los grupos también escasearon, pero en las colonias Lázaro Cárdenas o en Los Sauces, los coros fueron más numerosos.
Ismael Trujillo, vecino de La Ceiba, indica que observó tanto en la colonia Manuel Ávila Camacho como en el sector donde habita unos cuatro grupos algunos de ellos integrados también por adultos. Un grupo en particular le llamó la atención pues era de siete miembros sólo que tres de ellos eran padres de los pequeños.
Héctor España, Ingeniero ligado a diversos grupos culturales, vecinos de la colonia Anáhuac, sector también muy popular; indica que de acuerdo a lo que él observó durante esta temporada se contaron de cuatro a cinco grupos integrados por cuatro o cinco niños, pocos en comparación con años anteriores cuando se podían ver más equipos con seis niños en promedio.
Pero vecinos de la colonia Lázaro Cárdenas no han notado un cambio significativo ni en el número de grupos ni en la cantidad de sus integrantes ya que los testimonios, como el de la gestora cultural Alma Chávez quien contabilizó en promedio 10 grupos diarios. Los equipos estaban integrados por cuatro chicos en promedio.
También en la colonia Los Sauces, el comunicador social Eduardo Morales contabilizó 10 grupos integrados por cinco niños, en promedio; lo que significa que en este sector también se encuentra fuerte la costumbre de pedir posadas.
La costumbre, considerada como patrimonio inmaterial del municipio, desde mayo de 2012 mediante sesión de cabildo; consiste en que un grupo de niños salga a la calle a cantar la letanía de las posadas – la parte de “afuera” en el canto responsorial-. Los coros salen las noches de la semana entre el 16 y el 23 de diciembre y es una representación del peregrinar de José y María antes de nacimiento de Jesús.
Los niños arman un “pesebre” en una caja de zapatos llena de heno sobre el que se depositan figuras de barro o plástico de un Ángel, animales, José y María.
